Clases sociales
La
sociedad espartana se divide en tres grandes estamentos:
1.- Los
hilotas: Al contrario que en otras comunidades helenas, los
espartanos no tienen esclavos como entendemos, sus prisioneros de
guerra o ciudadanos conquistados pasan a ser hilotas, cuya
diferencia fundamental es que tienen derecho a quedarse con parte de
lo que producen, normalmente un cuarto, no se pueden vender ya que
al fin y al cabo son propiedad del estado (como todos los
espartanos) pueden casarse y tener hijos e incluso se respetan sus
costumbres y creencias anteriores, especialmente si todavía se
encuentran viviendo en sus ciudades o pueblos conquistados.
Sus trabajos principales son agrícolas y en algunos casos artesanos o fabricantes.
Sus trabajos principales son agrícolas y en algunos casos artesanos o fabricantes.
2.- Los
periecos: Son ciudadanos de segunda categoría, aquí se
incluyen a todos los pueblos asimilados sin el uso de la fuerza y
aquellos hijos de espartitas que no han superado la agogé. Son
hombres libres, dentro de lo que se entiende por ello en Esparta,
pero no pueden participar en política.
Todos
los miembros de otras razas que viven en Lacedemonia como máximo
pertenecen a esta clase social, con la excepción de las familias
líderes a cuyos hijos se les permite ingresar en la agogé y si la
superan pasan a ser espartitas de pleno derecho.
Sus funciones principales en la sociedad espartana son las de comerciantes y fabricantes.
Sus funciones principales en la sociedad espartana son las de comerciantes y fabricantes.
: Han de nacer en una familia espartita y haber
superado con éxito la agogé. Son los ciudadanos por antonomasia,
no realizan trabajos manuales, ni agrícolas ya que se consideran
denigrantes para ellos y viven de las rentas de sus propiedades,
pero no tienen esclavos o por lo menos no de forma generalizada, ni
los tratan como tales, aunque sí tienen como mínimo a su cargo a un par de
hilotas para que les cuiden las tierras o negocios
asignados por el estado.
En contra de lo que a priori pueda parecer, los espartitas no han caído en la dejadez típica de aquellos que no trabajan para vivir. Muchos de ellos se dedican en cuerpo y alma al gobierno de los negocios o posesiones que la gerusía les asigna (desde humildes zonas de labor hasta comunidades completas de hilotas cuyo tamaño puede alcanzar el de una pequeña ciudad); otros son miembros activos de los múltiples cultos que veneran, médicos, cazadores, guardaespaldas, vigilantes de la ley o demás profesiones al servicio de la comunidad y por último y más importante, aproximadamente la mitad de ellos ingresan en los Homoioi para vivir por y para el ejército permanente de Lacedemonia.
Todos
son hombres y mujeres aguerridos (que ya han matado a
alguien) y viven por y para la polis. Son los únicos
que pueden participar en el gobierno de Esparta a través de la
asamblea o asumiendo cargos políticos y pueden ser movilizados para
la guerra en cualquier momento a decisión de su rey Arquídamo III.
Si un
espartita comete un delito especialmente atroz o demuestra cobardía
frente al enemigo, se convierte en un “tresante”
-tembloroso- y es repudiado por sus conciudadanos, aunque todavía
mantiene el privilegio de poder votar en las asambleas. Esta
situación puede redimirse realizando alguna proeza digna del perdón
o asumiendo un geas.
De
entre los espartitas salen los Homoioi, la fuerza permanente espartana. Un
ejército de élite de la polis más famosa por la fiereza de sus
combatientes, lo mejor de lo mejor. Combatientes que saben que si
sobreviven lo suficiente, una vez que ya no sean capaces de continuar en
servicio activo terminarán sus días como gobernantes de la polis,
líderes de los cuerpos de ejército o en casi cualquier
puesto que deseen.
Reparto de la población
El criterio Espartano del origen familiar para determinar a qué estatus social pertenecen los miembros de su sociedad, hace que las diferencias entre la cantidad de personas de una escala social y otra sean muy grandes. Mientras que en la ciudad de Esparta la población está relativamente equilibrada entre las tres clases sociales, en el resto de Lacedemonia la diferencia es abismal, siendo apenas el 0,5% de la población espartitas de pleno derecho.
Esto unido a las enormes diferencias en cuanto a derechos y obligaciones, hace que periódicamente haya insurrecciones en Lacedemonia. Tan habituales son, que la krypteia (el último "examen" para superar la agogé) consiste en matar a los hilotas insurrectos que haya en ese momento en algún lugar de la nación.
Para tener una idea de este reparto poblacional, adjuntamos las siguientes tablas con el número aproximado de personas en cada estamento, diferenciando entre la ciudad de Esparta y el estado de lacedemonia.
Esparta | Lacedemonia | |||
Clase
social
|
Nº
habit.
|
%
total
|
Nº
habit.
|
%
total
|
Espartitas |
9.000
|
12
|
3.000
|
0,5
|
Periecos |
28.500
|
28
|
150.000
|
25
|
Hilotas |
37.500
|
50
|
447.000
|
74,5
|
Total
|
75.000
|
600.000
|
Brutal y muy interesante. He comenzado leyendo sobre los hilotas y me ha venido la pregunta: "¿Debían escapar muchos?" y al final del texto he aprendido lo que era la "krypteia" y entonces se me ha respondido la primera pregunta. Menudos tipos, los espartanos...
ResponderEliminarUn poco cafres sí que eran y eso que los hemos suavizado un poco jejeje.
EliminarPara los neófitos como nosotros, esto de la historia antigua es un poco lío porque cada autor (historiador) tiene una versión de "su realidad" y no sabes bien a cual acogerte. Lo que sí parece claro es que la krypteia era una prueba donde tenían que matar a hilotas y unos dicen que mataban a los "rebeldes" y otros que a cualquiera, lo que tampoco parece descabellado para la época, teniendo en cuenta el escaso valor que tenía la vida humana.
El caso es que en nuestro juego queremos que sean de los "buenos" y hemos optado por que se carguen solo a los rebeldes (que tampoco es moco de pavo).
Bueno, matar a los rebeldes sería una "buena" política para amedrentar a posibles futuros rebeldes, claro. Menudos tipos... :-)
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